Misión:
En el planeta tierra hay siete billones de habitantes, más de la mitad de ellos nunca han escuchado el mensaje de salvación, millones pasan a la eternidad sin Cristo día a día. Por más de treinta años nuestro ministerio ha estado predicando el evangelio en diferentes partes del mundo, a través de grandes cruzadas de milagros, donde miles de almas han venido a Jesucristo. Muchos han sido sanados, libertados y bautizados en el Espíritu Santo.
La misión primaria de este ministerio es hacer discípulos para el Reino de Dios, de acuerdo a Mateo 28:18-20 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Nuestro éxito no está en relación directa a la cantidad de personas que asisten a nuestras reuniones, tampoco está en relación directa a la cantidad de personas que toman decisiones públicas. Ciertamente queremos reunir las multitudes más grandes para proclamarles el evangelio y nuestro deseo es ver un gran número respondiendo al llamado; Sin embargo, de acuerdo al patrón bíblico, el éxito está en relación directa a la cantidad de frutos visibles. Estos que producen fruto son los que más tarde funcionan como fieles discípulos de Jesucristo en la comunión de la iglesia. No hay nada como ver el resultado de un verdadero nuevo nacimiento.
El desarrollo de la misión cristiana es desafiante y sorprendente y cuando obedecemos Dios abre puertas que no imaginamos, provee recursos que no tenemos y nos da el privilegio de sabernos parte de que su evangelio llegue hasta personas que quizás nunca conozcamos cara a cara, pero que conocieron a Dios por medio de nuestra obediencia.
La Visión
Dios nos habló y puso en nuestro corazón alcanzar un millón de almas en un período de diez años. En el año 2010 fuimos a predicar a la República Islámica de Pakistán, donde en cuatro noches de cruzada obtuvimos la cosecha más grande de almas en la historia de este ministerio, más de 21,000 almas aceptaron a Jesús como salvador de sus vidas. Desde ese momento las puertas se nos han abierto para llevar el evangelio a países impenetrables o pobremente evangelizados, como India y África. Nuestra meta es alcanzar también lugares remotos de Latinoamérica y continuar proveyendo material de seguimiento a los pastores y líderes para capacitarlos y que retengan la nueva cosecha de almas, además de ayudar con las necesidades sociales de cada lugar.
El Señor nos ha dado nuevas estrategias para extender el evangelio en nuestra ciudad y las ciudades cercanas, además de viajar por todos los Estados Unidos de Norte América apoyando la pastoral con cruzadas de milagros, llevando el evangelio con prodigios, señales y milagros, donde miles de almas sean salvas y activar las iglesias para alcanzar a los perdidos a través de seminarios y conferencias.
Valores
El fundamento de la vida cristiana es la Palabra de Dios, en la que basamos nuestras convicciones y estilo de vida, las acciones, actitudes, decisiones y virtudes las desarrollamos en base a la Biblia. Un discípulo de Cristo se distingue de las personas por vivir bajo los principios verdaderos de moral y ética que la Biblia nos enseña. Desarrollamos los valores de ética y moral como parte fundamental de la vida del creyente, tomado siempre los parámetros que la Palabra de Dios nos brinda para nuestra conducta y vida.
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